Hace un par de años que tomé la decisión de invertir en buenos desmaquilladores de ojos y, sobre todo, en bifásicos, que permitieran retirar el maquillaje de la zona (que suele ser la que más me maquillo) sin frotar, y sin dañar la piel de alrededor que suele ser la más delicada.
«Invertir» no quiere decir que me decante por productos siempre caros, sino que presto atención a no desmaquillarme con cualquiera. De hecho he probado bifásicos fantásticos a precios muy baratos, como los de Beter o Lola Make Up.
Ahora estoy probando un nuevo desmaquillador de ojos y labios que, aunque es bifásico y funciona como tal, no deja «aceitosa» la zona. Advierto que el que deje algo de aceite, tampoco me importa porque ello se traduce en facilidad de uso y cuidado de las pestañas, por ejemplo. Pero este no la deja… que me voy por las ramas.
Su nombre es tan evidente como sugerente: Take the day off, de Clinique.